Adelina Flores es una poetisa santafesina de edad madura. Vive en la casa de su hermana, alejada de la vida , y esta tarde sofocante del mes de enero se ha quedado sola con su cuñado Leopoldo que se prepara para bañarse. Ella puede ver la sombra de él reflejada en el vidrio de la puerta del baño y, mientras espía cada movimiento de Leopoldo, aparecen los recuerdos, las escenas que insisten y que son la materia con la que creará un poema. Una vida “que no puede vivirse” permite encontrar en el arte la solución, tal vez la única solución posible.
Basado en el cuento homónimo de Juan José Saer